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miércoles, 4 de octubre de 2017

Pueblo, Villa, Ciudad*.



Azulejos que ilustran el parque José Antonio Arribas (Palacios de Goda, Ávila), inaugurado el 20 de octubre de 2013 en un acto homenaje al artista.

El proyecto "La Arqueología del Ser" surge de la necesidad de reivindicar la figura de José Antonio Arribas y de abordar creativamente su legado, poniéndolo en valor y aportando nuevas lecturas sobre el contexto en el que vivió casi la mitad de su vida (Arévalo). J. A. Arribas (nacido en Madrid y criado en Palacios de Goda) es el padre de Clara Isabel Arribas Cerezo, mi compañera en esta aventura y en tantas otras… pero yo también tengo padre. Nacido en la provincia de Valladolid pero destinado en la de Ávila por temas laborables, nos ha contado en más de una ocasión cómo, recién llegado y camino de un partido de los juegos escolares con sus alumnos, presenció un conato de pelea entre abulenses y arevalenses, cuando estos últimos llegaron a la capital provincial a presenciar otro partido entre equipos de las dos localidades portando una gran pancarta en la que se podía leer “La ciudad de Arévalo saluda al pueblo de Ávila”. Siempre había pensado que eran cosas de otro tiempo –estamos hablando de los años sesenta-, hasta que (pocos días después del fallecimiento de José Antonio Arribas, el 6 de junio de 2013) un arevalense que decía ser amigo de Arribas me preguntó de dónde era, y al responder “de Ávila” recibí un pésame que ni necesitaba ni entendía, pero con el que, al menos, descubrí que hay cosas que el tiempo lamentablemente no ha conseguido borrar. He nacido en Ávila, estoy –estamos- desarrollando el proyecto La Arqueología del Ser principalmente en Arévalo, becado –becados- por la Fundación Villalar-Castilla y León, estoy –estamos- censado en Palacios de Goda (en gratitud por el cariñoso homenaje que brindó esta localidad a J. A. Arribas el 20 de octubre de 2013) y creo –creemos- que el arte y la cultura desbordan cualquier frontera o limitación.
Decía José Antonio Arribas que si hay algo peor que tener complejos es tener simplejos.

* Con este título nombró José Antonio Arribas su texto (p. 9) en el catálogo de la exposición colectiva "Panorama Pictórico Siglo XX-XXI" (Arévalo, 2004).

2 comentarios:

  1. Peor que las pancartas son los pancartofobos. Los retales con colores son la exacerbación de los sentimientos que suelen ser a veces peligrosos. Yo creo que lo de la pancarta es lo de menos , lo demás son los que están detrás e incitan a los forofos.a las ideologías. Estamos hablando de sucesos de los años sesenta. ¿ No hemos ido a peor desde entonces ) Un fuerte abrazo

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  2. Estoy contigo, los más peligrosos son los que se esconden detrás de pancartas(y/o panfletos), y si además es un señor uniformado el que utiliza pésames absurdos para fomentar la xenofobia... nadie está a salvo. Desde luego no hemos mejorado nada. Un fuerte abrazo

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